Las técnicas de reproducción asistida humana son cada vez más frecuentes debido al crecimiento de la tasa de infertilidad en nuestra sociedad. La adopción de malos hábitos de vida se ha convertido en una de las causas de este problema ya que ha producido un aumento en el número de personas que sufren de malnutrición, ya sea por obesidad o por anorexia. Tanto el exceso como el déficit en el índice de masa corporal (IMC) generan cambios en las concentraciones de hormonas que son indispensables, tanto como para que se produzca la ovulación como para el desarrollo espermático, la fecundación y la implantación del embrión.
Se ha demostrado que los estados de malnutrición afectan enormemente la capacidad reproductiva de las parejas, no solo al reducir la posibilidad de concebir de manera natural, sino que también disminuyen la probabilidad de éxito de un tratamiento de reproducción asistida.
Cuando hay sobrepeso u obesidad, una pérdida del 5 al 10% del peso inicial puede ser suficiente para restaurar la función reproductiva
A toda pareja que presente sobrepeso u obesidad y que se encuentre en la búsqueda de una gestación se le recomienda una pérdida de peso de un 5 al 10% del peso inicial, en un periodo de seis meses. Este cambio puede ser suficiente para lograr restaurar la función reproductiva. Es por ello que deben acudir a un experto en nutrición con el objetivo de conseguir un peso óptimo y lograr así un embarazo sano.
Algunos consejos y recomendaciones imprescindibles para conseguir una correcta distribución de la grasa corporal son:
- Llevar una dieta sana y equilibrada, basada en verduras, frutas, pescado, legumbres, etc.
- Tomar suplementos de ácido fólico.
- Practicar deporte o hacer ejercicio de forma moderada.
- Evitar la exposición a agentes tóxicos y el consumo de sustancias como el alcohol, el tabaco, la cafeína, etc.
Dr. Freddy J. Marín
Ginecólogo-Obstetra
Clínica Profértil, Edo. Anzoátegui